Nuestro Nombre

Historia del nombre Valle Alto

“Una voz clama: Abran el camino a Yavé en el desierto; en la estepa tracen una senda para Dios; que todos los valles sean elevados y todo cerro y monte, abatido que se aplanen las cuestas y queden las colinas como un llano.Porque aparecerá la gloria de Yavé y todos los mortales a una verán que Yavé fue el que habló”. ~ Isaías XL, 3-5

El profeta Isaías nos dice cómo fue llamado. Cómo Isaías es introducido en el Consejo Celestial, donde Yavé toma sus decisiones rodeado de sus ángeles.  A los ángeles se les ordena preparar la vuelta de los desterrados.  El camino árido y peligroso del desierto será allanado para ellos.

Valle Alto, expresión del amor de Dios ante los hombres que han sido perdonados y han pagado su culpa.  Movimiento de la naturaleza, de la geografía, por Dios para los hombres.

Estatua en honor a Handel. Vauxhall Gardens, Londres.-
Por art_traveller, CC BY-SA 2.0 uk, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=9977958

George Frederic Handel, en el siglo XVIII compuso uno de los oratorios más espectaculares de la historia, “El Mesías”. En él, se relata la vida de Cristo, desde los anuncios hechos por Dios a través de los profetas, hasta su muerte y resurrección.  “Every Valley shall be exalted”, “Todo Valle será elevado” es una de las piezas que componen la primera parte de este maravilloso oratorio y el cual afirma una vez más la trascendencia de tan importante evento en la vida del hombre y su relación con Dios.

Pensar en denominar una Institución Educativa como “Valle Alto” reviste un sentido eminentemente Cristiano, de una profundidad extrema como símbolo de la sumisión de la naturaleza ante el poder de Dios y para el hombre. Estudiantes formados para el perdón, para el respeto, la honestidad y el amor al prójimo.  En el amor y perdón de Dios a través de sus actos.

Para nosotros como Unidad Educativa venezolana, “Valle Alto” lleva una especial connotación porque, además de la fe y el amor a los demás, la naturaleza como parte de nuestra vida juega un papel protagónico en la educación que queremos para nuestros niños. Amarla, respetarla, cuidarla y protegerla deben se objetivos de vida para nuestros educandos.

Se han considerado tan importantes los elementos naturales a través de la historia, que nos atrevemos a incluir algunas referencias que apoyan una vez más la relevancia de elementos geográficos para la vida del hombre. Valle Alto, nombre compuesto por dos palabras que en la relación con el quehacer humano a través del tiempo han representado la profundidad y la grandeza, en ámbitos culturales, históricos y religiosos.

La palabra VALLE, definida como “llanura entre montes”.  Cuenca de un río fue tomada y escogida dentro de la geografía como lugar sagrado de los dioses en algunas regiones del continente americano.  Ilustra esto la historia de los Incas, al sur del continente, en donde hoy en día quedan vestigios de sus construcciones, fieles representaciones de su cultura.  Por las características topográficas de los valles, éstos guardan una estrecha relación con el sentimiento de seguridad y protección. El Valle Sagrado de Urbamba, como es llamado, representó uno de los asentamientos más importantes y el primer experimento con propiedad privada en el Imperio Inca.

Una de las cerámicas más bellas del mundo, proviene del Valle de Moche y Chicama donde residían los Moches, otra de las culturas andinas que enriquecen nuestro bagaje cultural.  Las Huacas del Sol y de la Luna, situadas también en el Valle de Moche, son dos pirámides  de adobe.  La Huaca del Sol es una de las pirámides más grandes del mundo, calculándose que su construcción está compuesta de más de 50 millones de adobes.

En algún Valle de la región andina, sobresale muy alto Machu Picchu, “La ciudad perdida de los Incas”, construida en el Cusco y quien representó para el imperio Inca, un lugar sagrado, mágico y de crecimiento espiritual, el cual todavía en nuestros días, es visitado por miles de personas y “sentido” por casi todas ellas como un lugar definitivamente “especial”.

A través de la religión y del tiempo, “el valle” ha representado siempre un lugar especial para ceremonias y mitos. Oraciones católicas, entre otras, utilizan el valle para representar la creencia y profundidad del sentimiento humano, “…en este valle de lágrimas”.  

En el Valle del Espíritu Santo, Estado Nueva Esparta, “…guarda como la luz de sus ojos la imagencita de ojos estáticos…”.  La Virgen del Valle es la patrona de Oriente y, según, “no hay entre Coche y el Guarapiche, entre Güiria y Puerto La Cruz, quien no le deba la vida o la salud.” (Maravillosa Venezuela, Círculo de Lectores, Venezuela)

Valle de Caracas

Santiago de León de Caracas, bien conocida hoy como “Valle de Caracas”, escogida probablemente por su excelente y estratégica ubicación geográfica, representa, desde hace mucho tiempo, la capital de la patria del Libertador.  Muchos han hecho honor, no sólo a la ciudad sino a su esencial característica natural, “El Valle”.  Con menos de 14 años, el joven Simón Bolívar se inicia en el Batallón de Milicias de los Valles de Aragua.  De nuevo, el lugar, la geografía, “El Valle” rinde honor al nombre del batallón que dará inicio al futuro Libertador de la patria.

Una Institución Educativa que lleve como parte de su epónimo la palabra “Valle”, reviste a ésta de una profundidad histórico-cultural y religiosa, cónsona con los valores y objetivos de la educación venezolana, buscando formar individuos aptos para la sociedad, con un sentimiento de apropiación muy grande a los valores de su propia cultura y de sus propias tradiciones.  Las sociedades latinoamericanas traen consigo la riqueza de lo que fuimos y por ende de lo que seremos.

Sumado a todo lo anterior, el calificativo “Alto” da definitivamente la connotación de grandeza, poder, fuerza… características todas que queremos formar en el hombre del mañana.

“Valle” calificado además como “Alto”, nos transporta inmediatamente a un Valle de Caracas elevado.  A la ciudad que vio nacer a uno de los hombres más importantes de la historia americana, llevada simbólicamente a 1.402 metros sobre el nivel del mar, en Carrizal, para construir allí uno de los lugares más tranquilos y profundos de la zona… ¡Nuestro Colegio!

Alfredo Alfonzo Gottlieb. (1997)